Así será el nuevo plan de acción de educación digital europeo
El Plan de Acción de Educación Digital (2021-2027) busca que el Viejo Continente alcance a los Estados Unidos en materia de competencias digitales, así como de que países asiáticos emergentes como China no nos adelanten

Tanto de cara al futuro como al presente, la educación digital es un elemento fundamental y básico para el desarrollo de cualquier región. El peso de las competencias digitales ha ido en aumento hasta hacerse omnipresente en cualquier sector. A día de hoy no hay ningún ámbito de la economía o la sociedad ajeno a la digitalización. La formación es indispensable. ¿Está Europa bien posicionada de cara a los desafíos del futuro?
¿Cómo está la digitalización europea respecto a otras regiones?
El Viejo Continente es un entorno regulatorio complejo y territorialmente fraccionado. El mismo esquema fluvial que fomentó la división de decenas de países y escindió las lenguas durante milenios viene bien para lanzar pequeños experimentos localizados que son copiados rápidamente por los vecinos. Pero, como resultado de este modelo, la industria digital ha ido a la zaga.
Prueba de ello es que en Europa no hay casi ninguna empresa digital puntera de ámbito mundial, y que casi todos los servicios usados tanto a nivel usuario, empresarial e incluso académico o estatal son herramientas estadounidenses y, cada vez más, chinas. En el territorio europeo no hay ningún Google, Apple, Facebook o Amazon, pero tampoco hay Baidu, Alibaba, Tencent o Xiaomi.
Durante las últimas décadas, Estados Unidos ha marcado el paso mundial gracias a entornos de tipo cluster como Silicon Valley y herramientas de captación de talento como los visados H-1B. Ahora, países asiáticos como Singapur, China o Corea del Sur aceleran en esta carrera gracias a entornos de alta densidad empresarial que fomentan la innovación digital y la formación.
Por desgracia, el fraccionamiento territorial (e identitario, idioma mediante) europeo hace que sea difícil consolidar una estrategia regional unificada, como sí ocurrió en el norte de América durante el siglo pasado y actualmente en China. Y la misma falta de unidad espacial es la que se refleja en la falta de digitalización de América Latina y otros territorios como África.
¿El resultado? Por países, Singapur, Luxemburgo y los Estados Unidos lideran la digitalización mundial, según ‘Digital Readiness Index 2019’ (Cisco), aunque por regiones más amplias Norteamérica es seguida de cerca por el Norte de Europa y Australia. Un eje occidental a punto de cambiar por el peso cada vez más elevado de Japón, Corea del Sur, Singapur y China.
Europa diseña su ‘Plan de Acción de Educación Digital’
Conocedora de sus errores históricos durante las últimas décadas, y del tropiezo en la entrada digital del siglo XXI, la Comisión Europea trazó durante 2020 las prioridades estratégicas del ‘Plan de Acción de Educación Digital (2021-2027)’, para lo cual lanzó una consulta pública y participativa para ciudadanos y actores (stakeholders) de la educación digital, con foco en el impacto de la COVID-19.
El primer gran punto del plan educativo digital es favorecer la aparición y consolidación de un “ecosistema educativo digital de alto rendimiento”, lo que a su vez exige de infraestructuras, conectividad y equipos digitales, un enfoque educativo planificado hacia capacidades digitales eficaces (y actualizadas), centros de mejor calidad con profesores formados en nuevas competencias, así como contenidos de mejor calidad que respeten el proteccionista marco ético y de privacidad. Evidentemente, no será fácil.
Este plan de digitalización, al igual que los planes quinquenales chinos o la política casi generacional de los visados estadounidenses, juega en el largo plazo. También en la unificación del territorio, algo históricamente complicado en Europa. Dentro de estas líneas generales, la Comisión europea espera desarrollar un marco europeo que aproveche la diversidad cultural.
Esta diversidad cultural —con 24 lenguas oficiales, frente a un Estados Unidos en el que todos los estados hablan inglés y una China con el mandarín como lengua vehicular— ha sido una de las barreras históricas para el intercambio de información que da lugar al conocimiento. Ahora se pretende usarlo como punto fuerte en materia de innovación cultural.
Otra herramienta básica para hacer viable este plan es “contribuir a la conectividad de alta velocidad de los centros educativos y a la conectividad dentro de las escuelas”. Es decir, hacer más cortos los trayectos entre ellas, algo que depende de factores como mejores infraestructuras de transporte y la relocalización de los centros educativos en las grandes urbes, en lugar de contar con campus aislados a las afueras.
¿Cómo llevamos los europeos nuestras capacidades digitales?
Lo cierto es que las capacidades europeas en materia de digitalización son muy dispares. Tanto entre países como dentro de los propios estados. Según el ‘Índice de Sociedad y Economía Digital’ (DESI), países como Finlandia, Suecia o Dinamarca puntúan alto en todas las capacidades (conectividad, capital humano, uso de internet, integración de tecnología digital y digitalización de los servicios públicos), mientras que países como Rumania, Grecia o Bulgaria van a la zaga.

The Digital Economy and Society Index (DESI), 2020 | Comisión Europea
España ocupa, desde que se tienen registros, un acomodado puesto por encima de la media europea, aunque ha bajado un puesto relativo desde 2015 y, como ya se indicaba previamente, el conjunto del territorio europeo tiene un importante déficit de educación digital.
En la categoría de ‘capital humano’, del informe de Cisco, España ocupa el puesto número 36 a nivel mundial. Es decir, vamos a la zaga en capacidades digitales de la población. No solo nos hace falta formar a los ciudadanos en capacidades básicas, sino que además sufrimos una falta sistémica de especialistas. En parte porque en los colegios e institutos no se tocan materias como programación. Difícil mejorar sin espacio curricular.
La ‘Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los hogares 2019’, del INE, ofrece una visión estatal de la misma. Las habilidades avanzadas digitales, de información, de comunicación, resolución de problemas y competencias informáticas se concentran en la Comunidad de Madrid seguida de Cataluña y Navarra, coincidiendo con una mayor concentración poblacional y de centros educativos.

Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los hogares 2019 | INE
Una hoja de ruta europea por la educación digital
¿Cómo se pueden mejorar las competencias digitales de los europeos? Países como Finlandia hace un par de años que participa activamente en la formación de sus ciudadanos, destacando iniciativas como el curso MOOC gratuito y mundialmente accesible ‘Elements of AI’ que tiene por objetivo formar al 1% de su población en las bases de la inteligencia artificial, partiendo de cero.
La alfabetización digital, la educación informática o la comprensión de las tecnologías intensivas en datos son tres espacios clave a mejorar, junto a capacidades avanzadas y altamente demandadas en el mercado. Y esto requiere mejores escuelas, mejores profesores y mejores infraestructuras de comunicación.
Y con ‘mejores’ se entiende no solo que estos elementos tengan capacidades próximas a las de mercado, sino que dispongan también de las herramientas necesarias para desempeñar su trabajo. Por ejemplo, el mismo maestro que apenas logra sacar una hora al año para explicar los peligros del phishing a sus alumnos quedaría ‘mejorado’ con menos alumnos por clase, una guía básica sobre cómo enseñar de forma estandarizada y más tiempo.
Resulta evidente que Europa tiene que recorrer un largo camino para mejorar sus competencias digitales, aunque hay que reconocer que está muy bien posicionada con respecto a casi todas las regiones del mundo. Siempre sin perder la vista el peso que ya tiene Norteamérica y la aceleración que sufre Asia, que alcanzará en pocos años el nivel de ambas potencias.
Redactado por M. Martínez Euklidiadas
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