No todos los viajes cambian tu forma de ver el futuro. Este sí.
Shenzhen, la ciudad que pasó de ser un pueblo pesquero a convertirse en el epicentro mundial de la innovación y la tecnología, fue el escenario del China Business & Tech Seminar, una experiencia inmersiva organizada por ISDI para entender cómo piensa, crea e innova el gigante asiático.
Una semana que nos llevó desde las aulas de Alibaba y Tencent, pasando por fábricas futuristas y parques temáticos culturales, hasta las calles caóticas pero llenas de encanto. Una experiencia en la que la digitalización, la inteligencia artificial, la economía, geopolítica y la cultura china alcanzan su máxima expresión.
Day 0: Aterrizamos en el futuro
Domingo 5:30 de la mañana, aterrizamos en el aeropuerto de Shenzhen. Shenzhen nos recibe con luces de neón, temperatura subtropical y flores —las que nos entrega nuestro socios chinos en el aeropuerto. El “ISDI Bus” nos espera para llevarnos al hotel. Ante nosotros se despliega una ciudad de rascacielos entre el estuario del río Zuhan y el mar de China, poblada por 20 millones de habitantes que transitan mayoritariamente en coches eléctricos, con taxis autónomos sin conductor y drones que sobrevuelan las calles entregando pedidos de comida y con calles limpísimas en las que no se ve un solo papel en el suelo. Es el Silicon Valley de China, una distopía amable y tecnológica. El cansancio del vuelo se disuelve entre café y curiosidad.
Primera misión: instalar en nuestros móviles las super apps chinas.
Sin WeChat ni Alipay, aquí no existes. Cada una de estas super apps contienen cientos de programas que proporcionan en una sola aplicación la potencia equivalente de Whatsapp, Bizum, Glovo, Uber, Translator, The Fork…En minutos estamos conectados a un universo donde todo se paga, se pide, se organiza y se vive desde una sola pantalla.
Cogemos el metro (por supuesto comprando el billete a través de las super apps) y llegamos al centro donde recorremos el antiguo barrio de Shenzhen, donde lo tradicional y lo hipermoderno conviven con naturalidad.
Tras disfrutar nuestra primera comida en China en el restaurante. Comimos en Green Tea, subimos a uno de los mayores rascacielos de la ciudad, el Saint Regis Hotel para tomar el té y disfrutar desde sus 100 pisos de altura de una vista que alcanza hasta Hong Kong.
Rematamos la tarde paseando por senderos entre lagos llenos de nenúfares en Lizhi Park, viendo cómo los jubilados juegan al mahjong y al ping pong, bailan y cantan karaoke al aire libre.
Por la noche, cena de inauguración del seminario: mesa giratoria, sabores cantoneses y de Sichuan, discursos y filosofía. Uno de nuestros anfitriones, nos explica el sentido espiritual de los palillos chinos: “No son solo utensilios, son una extensión de la intención”.
Antes de dormir, la ciudad nos regala su espectáculo nocturno: un show de luces y sonido sobre los rascacielos que ilumina la noche de rojo y azul. Shenzhen no duerme, pero nosotros sí lo intentamos.
Day 1: Super Apps, té y paradigmas
Lunes por la mañana. Desayuno: sopa de noodles. Bienvenidos a la realidad paralela donde Alibaba, WeChat y Tencent marcan el pulso del día a día.
El Centro de Innovación de Alibaba en Shenzhen es nuestro destino. Un edificio que parece salido del metaverso. En la plaza central, gigantes muñecos que representan a las mascotas de Alipay nos dan la bienvenida. Dentro, todo rezuma modernidad, precisión y propósito.
Los chinos son muy ceremoniosos, así que la jornada arranca con la ceremonia de apertura, presidida por la Federación de Industrias de Shenzhen (FSZI) y nuestro equipo de ISDI. Especialmente clave ha sido el respaldo de FSZI, como valedores políticos del Seminario.
Aquí queda claro que la colaboración público-privada es el motor de la innovación china.
Primera clase del seminario: Super Apps in China.
El Head of AI de la Universidad de Shenzhen nos explica por qué el modelo digital chino ha redefinido la experiencia de usuario: mientras Occidente fragmenta su vida digital en 20 apps distintas, China lo concentra todo en una sola.
Por la tarde, ceremonia del té. Jason Quang nos introduce en el ritual que mezcla espiritualidad, etiqueta y negociación. En China, todas las empresas cuentan con una sala para la ceremonia del té. Es el lugar donde se cierran los acuerdos comerciales. Y a lo largo de la ceremonia, cada gesto, cada aroma, cada silencio tiene un significado que va dando pistas sobre el estado de la negociación y va pasando sutiles mensajes que contribuyen a que la negociación llegue a buen término, o a no perder más el tiempo sí está claro que no va a haber un acuerdo.
El día termina en Splendid China, un parque cultural que muestra la historia, cultura y folklore del país, un entorno de farolillos y templos que nos sugiere un escenario para Mulan y Kung fu Panda. Y, cómo no, el regreso al hotel en el autobús se convierte en un karaoke sobre ruedas.
Day 2: Alibaba y la máquina que nunca duerme
Martes: Tras el consabido y poco convencional desayuno en el que se juntan los noodles con el dim sung, el ISDI Bus nos lleva de nuevo a Alibaba, convertido en nuestro centro académico y espiritual.
Primera clase: Entrepreneurship, impartida por el profesor Jack Huang. Una sesión más teórica de lo esperado, pero que abre debate y deja claro que en China se está forjando un ecosistema de emprendedores, alentado por el estado, que van a poner patas arriba.
Un gran ejemplo de emprendimiento local es el que recibimos tras la comida —con nuestra ya inseparable mesa giratoria y los palillos— : la inmersión en el universo Alibaba.
Alibaba es hoy una de las empresas tecnológicas más grandes del mundo, con una facturación de más de 130 mil millones de dólares. Fundada por Jack Ma en 1999, Alibaba no es una empresa: es un ecosistema digital masivo que abarca comercio electrónico, pagos, nube, logística y entretenimiento. Cuenta con diferentes negocios que van desde el comercio minorista en China a través de sus plataformas Taobao, Tmall y Freshippo; hasta las plataformas de comercio mayorista como Alibaba sus negocios de logística a través de Cainiao Network; su servicio de computación en la nube con Alibaba Cloud; sus empresas de entretenimiento como Youku y Alibaba Pictures; y otros negocios de innovación financiera como Ant Group. La visita se centró especialmente en los difíciles inicios del proyecto (en 1999 no era fácil convencer a las empresas chinas a vender a través de internet, porque no sabían lo que era eso) y en la muy caracerístiica cultura empresarial de Alibaba. Aquí, a los empleados se les llama «class mates» porque están siempre aprendiendo, y el founder es el «professor». En esta mega startup, el aprendizaje continuo es parte del trabajo.
Por la tarde, visita el mercado Huaqiangbei, el mayor bazar tecnológico del mundo. Un caótico zoco en el que se venden AirPods por un euro, iPhones de tamaños imposibles, clones de todo lo imaginable. La velocidad de iteración supera cualquier modelo occidental.
El día cierra con cena en un hot pot tradicional, con espectáculo incluido y un cumpleaños ISDI-style, mientras otros cierran acuerdos comerciales comiendo sopa de tortuga y brindando con licor de arroz.
Day 3: Drones, fronteras y contrastes — del cielo de Shenzhen al caos encantador de Hong Kong
Miércoles. El día amaneció gris. Una fina llovizna —o chinomiri— nos acompaña durante la mañana.
Primer destino: DJI — el ojo que domina el cielo
Nuestra primera parada es DJI, frente a la bahía de Shenzhen. Nacida en 2006 vendiendo componentes, hoy controla el 70% del mercado mundial de drones comerciales y de consumo. Pero DJI no se define ya como una compañía de drones, sino de inteligencia artificial. Su catálogo incluye cámaras estabilizadas robotizadas, kits de robótica educativa e incluso bicicletas eléctricas inteligentes. Además, DJI organiza RoboMaster, la mayor competición de robótica del planeta, donde miles de jóvenes crean robots de combate que pelean en arenas tecnológicas. Esta competición es tan popular que incluso ha generado una serie de anime para televisión.
Posteriormente volvimos a las oficinas de Alibaba para la clase de IA del profesor Qi Hai de la Universidad de Shenzhen, quien nos dió una superclase sobre IA, Gobernanza y Aplicaciones en China. Especialmente interesante fue la aplicabilidad de la IA a la industria del automóvil y el transporte.
De la bahía al mundo: rumbo a Hong Kong
Después de una comida rápida, salimos hacia la estación de Futian para tomar el tren rápido a Hong Kong.
Veinte minutos bastan para pasar de la República Popular China a la Región Administrativa Especial de Hong Kong (aunque los trámites aduaneros alargan un poco el itinerario).
Hong Kong es un universo diferente y complementario del vecino Shenzhen. Aquí se conduce por la derecha, se habla cantonés e inglés, se paga con dinero o tarjeta, los autobuses de dos pisos recorren calles con edificios ruinosos sostenidos por andamios de bambú mientras barcos con velas de juncos navegan por la bahía.
Las callejuelas son densas, vibrantes y desordenadas, y se tiene contiuamente la sensación de estar viviendo dentro de una película de Jackie Chan.
Visitamos el Museo del Palacio, cenamos comida callejera en Temple Street Market y, al anochecer nos acomodamos en el boardwalk frente a la bahía para disfrutar del espectáculo de luz y sonido que ilumina el skyline de la ciudad.
Day 4: China, potencia digital — del aula a las fábricas del futuro
Jueves; Amaneció nublado pero templado, entre 20 y 25 grados. Perfecto para volver al centro neurálgico de nuestra semana: Alibaba.
Clase: China as a Digital Superpower — Strategy and Governance.
El profesor Peng Xiaogang nos guía por la rica historia digital de China; desde el primer email enviado en China hasta el auge de los BAT (Baidu, Alibaba y Tencent), equivalentes a los GAFAM occidentales. China ya planifica para 2025 que el PIB digital del país supere el 10% y es mucho más ambiciosa para el siguiente plan quinquenal.
Después de comer, partimos hacia el conglomerado de empresas de BYD, gigante de la movilidad eléctrica, situadas al nordeste de la ciudad. Allí visitamos SkyRail la planta que gestiona sus trenes eléctricos elevados, donde apenas tres personas supervisan toda la red instalada en Shenzhen. Posteriormente visitamos un concesionario BYD y admiramos sus nuevos modelos eléctricos.
De regreso hacia el centro de la ciudad, hacemos una parada en el helipuerto de drones situado en un centro comercial. Aquí aterrizan los drones y se cargan con las comandas de la comida de los cercanos restaurantes para posteriormente despegar y sobrevolar la ciudad en pos de los distintos puntos de entrega.
Terminamos el día en Sea World, un distrito comercial moderno, que cuenta con un centro comercial en forma de un trasatlántico de tamaño real anclado en un lago artificial. En sus inmediaciones podemos ver circular un taxi autónomo, con su forma de tostadora antigua, recorriendo las calles sin conductor.
Escogemos una cena occidental para variar de la dieta china, y la noche acaba con brindis de tequilas.
Day 5: Tencent, Belt & Road y graduación
Viernes. Último día. Esta mañana, nos desplazamos a las oficinas de Tencent donde tiene lugar la última. Clase con el profesor Peng: Digital Bridges for a Shared Future.
La conferencia parte de la importancia del concepto confuciano de la armonía para poder entender la visión china del mundo y además explora la Belt & Road Initiative (también conocida como la Nueva Ruta de la Seda): un entramado de infraestructuras (ferrocarriles, oleoductos, cables submarinos, redes 5G, mainframes y satélites) conectando China con Europa, África y América Latina. Una alternativa a la red de conexiones logísticas y digitales que existen en la actualidad y que conectan al mundo con China. El objetivo de este megaproyecto es ampliar el terreno de juego global para el comercio y la transferencia de tecnología. Es un planteamiento diferente de otros que están basados en suma 0 y que se enfocan en robar la participación de otros.
Tras la comida, pasamos a la Ceremonia de Graduación, enmarcada de nuevo por ceremoniosos discursos de los representantes de FSZI e ISDI.
Aprovechamos ese momento para que los alumnos presenten públicamente sus takeouts del seminario. No es sorprendente que los comentarios se centren en lo inesperada que ha sido la experiencia, y cómo se ha puesto de manifiesto en el increíble potencial de China para liderar el futuro que se nos viene encima.
Entrega de diplomas acompañada de los pingüinos icónicos de Tencent: un broche divertido para la primera edición.
Así concluye oficialmente la 1ª Edición del China Business & Tech Seminar.
Reflexión final
La naturaleza misma de las mentes curiosas e inconformistas nos obligan ahora a posar la mirada en el lugar donde se construye hoy el futuro. Y para nosotros occidentales, la nueva frontera no está en el mundo de las ideas o de las máquinas ni en Marte.
Esta nueva frontera es China.
China siempre ha estado allí, operando en la otra mitad de nuestro planeta, aunque hasta ahora, por una mezcla de arrogancia e ignorancia, no hemos querido invertir nuestro tiempo en entenderla, pensando que lo que allí pasaba no tenía por qué afectar nuestros destinos
Grave error porque en este seminario hemos aprendido que China es mucho más que un país, es una civilización que ya existía cuando se estaban dibujando los planos de las Pirámides de Egipto, que cuenta con unos ciudadanos que tienen una decidida vocación de armonía y un gobierno con una visión de estado a largo plazo difícil de entender para las mentes occidentales. Esto hace que la proyección del poder tecnológico y economico de China sobre el resto del mundo sea imparable. Si queremos entender cómo será el futuro tenemos que entender qué está pasando hoy en China.
Es difícil conocer un país en apenas cinco días y obviamente China necesita mucho más tiempo para abarcarse. Pero este seminario está enfocado en quemar etapas para proporcionar una visión de hacia donde va China y por tanto hacia donde va el mundo. Hemos querido crear un programa para directivos que en un período muy corto de tiempo nos permite triangular entre la economía, la tecnología y la cultura de este país, para entender la nueva realidad de China de la que Shenzhen es su mejor escaparate.
Desde ISDI vamos a seguir progresando en construir un puente duradero con China con Shenzhen como estación central porque sabemos que la educación en la era digital exige inmersión real.
Por eso ya hemos lanzado la 2ª Edición del China Business & Tech Seminar en 2026: nuevos retos, desafíos y la misma dosis de asombro, aprendizaje y experiencias inolvidables.
Porque entender el futuro no es opcional.
Hay que vivirlo.


