El cambio puede entenderse desde diferentes verticales. A nivel organizativo, la implementación de nueva tecnología, por ejemplo, requiere de un período de adaptación para aquellos acostumbrados al antiguo sistema. A nivel humano, un relevo en el equipo de gestión puede generar dudas hasta que no se produce la plena integración del nuevo gestor en su equipo de trabajo.
A menudo, la mejor solución para minimizar los efectos que produce cualquier alteración de la rutina laboral es recurrir a una persona externa a la organización, un facilitador del cambio. Esta figura actúa con una perspectiva general gracias a su situación de distancia de la compañía. Ello, junto con sus conocimientos profesionales, le permite diseñar y ejecutar una serie de estrategias para superar con éxito los obstáculos naturales que aparecen en un proceso de cambios. No hay que olvidar que cualquier transformación representa una nueva oportunidad para impulsar procesos y relaciones que a veces se encuentran estancados.
¿Qué es, realmente, un facilitador del cambio?
Un change facilitator o facilitador del cambio no es un perfil determinado. Esta figura puede ser un Agile Coach o un Scrum Master, encargados de introducir nuevas metodologías de trabajo. También puede ser un analista de negocios, un consultor, el líder de un departamento o un profesional formado en el desarrollo de técnicas específicas que lo capacitan para identificar oportunidades de mejora y diseñar estrategias colectivas a la hora de implementar un cambio.
Pero el facilitador es mucho más: es el encargado de guiar, orientar y acompañar a los equipos en el proceso de aprendizaje del cambio, así como de crear las condiciones ideales para que la transformación suceda de manera natural.