La IA dejó de ser “esa tecnología que viene” para convertirse en “el motor que ya está tirando del mundo digital”. Y, como era de esperar, las startups se han lanzado a construir sin frenos… mientras los fondos de venture capital apuntan con un foco gigantesco a todo lo que huela a inteligencia artificial.
En ISDI lo vemos todos los días: empresas intentando ponerse al día, equipos buscando talento que entienda el nuevo mapa y emprendedores que quieren abrirse camino entre gigantes. Spoiler: se puede. Y aquí te contamos cómo.
¿Qué está pasando aquí realmente?
De productos digitales a productos que piensan por sí mismos.
No es hype. No es moda. No es “la fiebre del oro de 2020 pero con GPUs”.
Es un cambio profundo en cómo se construyen productos y en qué tipo de ideas reciben capital.
Antes: hacer software > vender software > crecer.
Ahora: combinar datos + IA + producto > iterar rápido > escalar antes que los demás.
La IA no es un complemento: es la columna vertebral de la nueva economía digital. Los LLMs se cuelan en cada proceso, desde el marketing hasta la logística. Y los inversores saben que quien controle los modelos, controla la cadena de valor.
Startups que están moviendo el tablero
No hablamos de powerpoints. Hablamos de impacto real.
OpenAI marcó el ritmo con herramientas que ya están metidas en el día a día de profesionales y empresas.
Anthropic está ganando terreno con modelos más orientados a uso corporativo, regulación y seguridad (¡y las consultoras ya se los están rifando!).
Hugging Face democratiza la fiesta: es el gran repositorio global donde cualquier equipo puede experimentar, entrenar o desplegar un modelo.
Reflection entra en escena con rondas gigantes y una tecnología que va directo al corazón del desarrollo de modelos.
Y si miramos a casa, Multiverse Computing demuestra que en España también sabemos construir deep tech seria, que combina IA, matemáticas y quantum para resolver problemas que antes parecían imposibles.
Cada una tiene su estilo. Cada una tiene su modelo. Pero todas comparten una filosofía: moverse antes que el mercado y experimentar sin miedo.
Los fondos de VC: los nuevo “buscadores de petróleo”
Y sí, la IA es el nuevo yacimiento.
Los fondos llevan meses apostando fuerte. Y los grandes nombres no se están conteniendo:
- a16z entrando en IA generativa como si no hubiera mañana.
- Sequoia, que está reescribiendo sus propias tesis de inversión para adaptarse al nuevo paradigma.
- Fondos especializados como DCVC o Lux Capital poniendo foco en talento técnico y propiedad intelectual real.
- Los corporativos (M12, GV…) están jugando a largo plazo, invirtiendo en startups que complementan sus propias plataformas cloud.
La pregunta no es “¿están invirtiendo?”, sino “¿por cuánto se están adelantando?”.
¿Qué busca un VC cuando mira una startup de IA?
Pista: no es un pitch bonito ni un modelo genérico con dos gráficas.
Los inversores están obsesionados con:
Datos únicos y defendibles (no “los del dataset de moda”).
Equipos con ciencia y producto en el ADN.
Sostenibles (la inferencia no puede costarte más que el cliente)
Gobernanza, ética y regulación (especialmente en salud, finanzas y administración pública)
Integraciones reales con partners tecnológicos y consultoras que les permitan vender a escala.
Las oportunidades: qué pueden hacer startups y empresas hoy
Aquí viene lo que no te dicen en LinkedIn.
Para startups:
- Enfócate en un problema real de negocio, no en crear “otro modelo más”.
- Reduce el coste de servir al usuario: optimiza, destila, ajusta tu arquitectura.
- Añade un GTM que no dependa solo de anuncios: alianzas, integraciones y cases reales.
- Construye rápido pero mide mejor: retención, conversión, reducción de costes.
Para corporates:
- Crea un “IA Core Team” interno que entienda producto + datos + negocio.
- Escoge pilotos con impacto medible (ventas, CX, automatización).
- Construye gobernanza desde el día uno. Es lo que diferencia proyectos reales de pruebas efímeras.
- Combina talento interno + startups externas. El híbrido funciona.
La foto completa del momento
Porque esto no va solo de tecnología; va de dónde está yendo el mundo.
La inteligencia artificial ya no es un experimento de laboratorio ni un lujo reservado a gigantes tecnológicos. Es una prioridad económica. Y está reconfigurando industrias enteras a velocidad absurda.
- A nivel global, la inversión en soluciones de IA superó los cientos de miles de millones y sigue escalando, con venture capitalists redibujando sus tesis alrededor de modelos fundacionales, datos propietarios y verticalización inteligente.
- En Europa, el impulso regulatorio convive con un aumento significativo de proyectos empresariales: desde banca digital reforzando modelos de riesgo con LLMs hasta telcos automatizando centros de atención al cliente con sistemas semánticos entrenados en casa.
- En Latinoamérica, el foco está en eficiencia: fintechs reduciendo fraude con modelos híbridos, retailers afinando forecasting con IA generativa y gobiernos pilotando automatización en trámites y documentación.
- En España, el ecosistema también se acelera: hubs de talento en Madrid, Barcelona o Bilbao, startups deep tech que ya compiten fuera, cadenas de retail probando IA para pricing dinámico, aseguradoras automatizando underwriting y empresas industriales usando visión artificial para mantenimiento predictivo.
La realidad es que ya no es raro encontrar casos donde una empresa reduce semanas de trabajo a minutos gracias a modelos internos; o donde mejoran dos dígitos la conversión de un funnel gracias a un motor semántico entrenado en su propio histórico. Y, en paralelo, cada mes aparecen startups capaces de convertir un proceso roto en un producto escalable con IA como columna vertebral.
La marea de fondo ya está aquí:
- Equipos que hace dos años hablaban de “POCs” ahora están escalando modelos a miles de usuarios.
- Sectores enteros están reescribiendo procesos críticos.
- Los países que muevan ficha primero tendrán ventaja competitiva durante años.
- Y los que no… bueno, simplemente jugarán en la liga de los que reaccionan tarde.
El papel de IMPACT de ISDI en este nuevo escenario
En un mundo donde la IA marca el pulso y el capital riesgo acelera el ritmo, la diferencia entre llegar y liderar está en saber moverse con intención, velocidad y partners que entienden el terreno. Y ahí es donde ecosistemas como el de ISDI juegan un papel decisivo. Desde IMPACT Accelerator llevamos más de una década viendo —y empujando— cómo el talento se transforma en soluciones reales: programas europeos, verticales tan distintos como la robótica o el impacto social, una incubadora que acompaña desde cero y un Investors Club que conecta con quienes pueden abrir puertas de verdad. Solo el último año celebramos ocho Investors’ Days con fondos como Kibo, Blackhorizon, Faraday o Inveready escuchando a las startups que pasan por nuestros programas.
La ola de la IA no espera. Y este momento pertenece a quienes se atrevan a construir, iterar y levantar la mano en el sitio adecuado. Si algo hemos aprendido en IMPACT es que cuando juntas ambición, producto y acompañamiento experto, las startups no solo siguen el ritmo: lo marcan. Y ahora, más que nunca, es el momento de hacerlo.
¿Vas a surfear esta ola o vas a ver cómo otros se llevan todas las oportunidades?


